Hoy he recordado a mis abuelos. Me acuerdo mucho de ellos normalmente, pero hoy un poquito más porque he hablado de ellos.
Mis abuelos por parte de madre significan mucho para mí y me encanta verles, aunque voy menos de lo que debería. Ellos me dieron una infancia, me hicieron sentir protegida, cudiada y feliz.
Y todavía cuando voy a verles me hacen sentir así. Siempre pendientes de que no me falte de nada, siempre haciéndome sentir como si fuera niña otra vez.
Recuerdo mucho los días que pasé de pequeña en el pueblo con ellos. Las mañanas en que me levantaba al ser de día y me iba a su cama corriendo y me metía entre los dos y hablaban conmigo. Y mi abuelo se levantaba para trabajar y a veces yo me bajaba con él para ayudarle a subir los troncos y encender la chimenea y otras me quedaba un ratito más en la cama calentita con mi abuela.
Cuando me traían churros para desayunar. Las partidas al parchís, la oca, la brisca, la ronda robada y sin robar. Los paseos por las tardes, en que jugaban conmigo a esconder el pañuelo o al recotín recotán.
Las tortillas francesas que siempre me hacía mi abuela el primer día que llegaba para cenar, las mejores tortillas que he probado. Igual que sus croquetas o su arroz con leche.
Cuando me esperaba a que llegara en el autobús, en la plaza, siempre pendiente.
Como mi abuelo se empeñaba siempre en que comiera pan y me cortaba siempre un trozo aunque yo no lo pidiera. Como cuando le quitaba el tocino al jamón me decían «te dejas lo mejor».
Cuando me hacían las tostadas al fuego de la chimenea y las broncas que me echaba mi pobre abuela cuando nos ibamos por ahí a hacer travesuras y se ponía a buscarnos y no nos encontraba.
Cuando dormíamos en la terraza en verano y mi abuelo intentaba asustarnos con historias de un vampiro que vivía en La Villa o cuando en las siestas nos contaba cuentos.
Recuerdos maravillosos que siempre estarán ahí y por los que siempre les estaré agradecida. Ellos se lo merecen todo.
No puedo expresar como me quisiera lo mucho que ellos significan para mí y lo mucho que les quiero.
Tengo los mejores abuelos del mundo.